La mordida suele ser habitual en las parejas que experimentan intensidad física. Las expresiones de afecto se incrementan y se encuentran un de intimo y de confianza, todo esto a medida que nos enamoramos.
Cinco + una razón para morderte.
1- Te quiere tanto que se desborda: La acción de morder en tu pareja es considerada una metáfora de su intención de devorarte por ser rica. Cuando las palabras, los besos y las caricias no son suficientes, asoma su lado salvaje.
2- Te hecha de menos: Cuando el deseo se incrementa por la ausencia, genera, al momento de reencontrarse, quiere demostrarte todo. Seguramente no sepa qué hacer primero para demostrarte todo lo que te extraña, y lo que intente sea “comerte a besos”.
3- Le genera placer: La Odaxelagnia es el placer que se siente al morder. Es considerada una forma leve de sadismo, ya que el placer se genera a partir del dolor del otro. Es un fetiche muy común y extendido en las parejas. Los lugares preferidos son los labios, las orejas, el costado del torso, la parte interna de los muslos, la cola y los pies.
4- Busca tener intimidad: Las pequeñas mordidas rápidas por tu cuello, brazos, nariz, labios, son señales de que quiere llevarte a la cama, ¡ahora mismo!.
5- Quiere “marcar territorio”: Nace en él un instinto animal da mordidas
sustentadas en una necesidad posesiva suelen dejar marca, y dolor.
6- Está celoso: Ésta mordida de marcar territorio también esconde una actitud posesiva llena celos. Quizá tú no lo sepas y haga ésto cuando sales sin él, o al trabajo o de viaje. Los celos se relacionan a su vez con una baja autoestima de parte de quien te muerde.